Adiós a la primera vuelta y de que manera. Todo estaba dibujado para que el equipo acabara la primera vuelta como lider en solitario y con un resultado cómodo ante el que se suponía era el rival más débil que había pisado el Muñoz Pérez. Y lo cierto es que la fuesta solo duró 45 minutos. Todo comenzó según el guion establecido. Gol de Ador nada más comenzar, lo que significaba que la lata se abría. Normalmente esto es lo más complicado cuando un contrario viene con la idéa de defender el marcador inicial, y el Estepona lo solventó muy rápido. Y el equipo siguió controlando el partido. Estaba claro que el Antequera no tenía la misma entidad que el Estepona. Y el dominio provocó que llegara el segundo gol gracias a un lanzamiento directo de Santi Moreno que ajustaba bien el balón al palo y batía al guardamentea rival. Todas las piezas del puzzle encajaban a la perfección. Incluso este gol sirvió a Santi para reconciliarse con la afición, con la que había tenido algún altercado en la jornada anterior por un mal gesto. Pidión perdón y eso le honra. Es de sabios rectificar. Y así acabó la primera mitad. Dominio esteponero, aunque eso si, no creo muchas ocasiones, parece que últimamente le cuesta más. Acabó la primera mitad y todo indicaba que en la segunda parte se pondría la guinda al pastel.
Y comenzó la segunda mitad. Y que mejor que el tercero de la noche. Pase largo que recoge Santi quien encara la puerta rival y cuando parecía que iba a rematar cede el gol a su compañero Ador, que suma así su segundo gol de la noche. Ahora si que parecía todo hecho.
Pero no fue así. El Antequera había adelantado lineas achicando aun más el campo. Recobraron el espíritu y se aprovecharon del relax esteponero. Y de que manera. Tuvieron al público esteponero al límite de un ataque de nervios. Consiguieron empatar. Increible. Impresionante. El colista remontaba un 3-0 en casa del lider y en veinte minutos. No podía ser verdad. Ni en una película de Hitchcot se podría haber planteado dicho guion. Pero así fue. Y agradecer a que el colegiado no expulsó a Luija en el tercer gol antequerano, ya que su acción fue de penalty y expulsión. Ahora tocaba tirar de casta y sacar en los diez minutos que quedaban más el descuento la victoria.
Y esta llegó más por empuje que por buen juego. Un balón colgado a la frontal lo taconéa Pizarro hacia el area donde lo recoge Añón que bate al portero rival. El acabose. La locura general. Añó lo celebró como si se tratase de una final. El Estepona lograba tres puntos de gran valor para como se había puesto el partido.
Y es que un empate hubiera dejado muy tocado la moral del grupo. Porque no todos los días te remontan un tres a cero, y menos aun el colista y en tu campo. Eso no sucede casi nunca, por no decir nunca. Finalmente se ganó y al conseguirse de esta manera tan desesperante esta victoria cobra un valor que quizás no tenía al comenzar el encuentro.
En defintiva, lideres con unos números asombrosos que tal como dijo Rafa Gil en la rueda de prensa son casi imposibles de repetir.
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