TABLAS Y GRACIAS
Partido marcado por las turbulencias que rodean al equipo. Catanha en paradero desconocido, y sin saber si volverá o no; Bezares que se marcha a la liga chipriota sin haber jugado dos partidos seguidos y no haber aportado prácticamente nada al equipo; y Casquero con su denuncia al club que lo tiene maniatado y cerrándole las puertas de los fichajes de invierno. Y todo esto con el fantasma del descenso tras la oreja. Y llega al Muñoz Pérez el filial verdiblanco. Un rival directo. Los cachorros del Betis han dejado escapar tres puntos al final del partido, cuando ya la afición estaba cabizbaja y resignada a una nueva derrota. De nuevo el empuje final ha salvado al equipo de la quema. El partido no ha sido brillante por parte de ninguno de los dos equipos y el empate ha sido el resultado más justo. Ambos equipos demuestran porque están ahí. El Estepona lo viene demostrando semana tras semana. Fueron los béticos los que salieron con más decisión a por el partido, pero poco a poco el equipo rojillo contrarrestó este empuje y llego en alguna ocasión al area rival, eso si, sin apenas crear peligro salvo un intento de remate de cabeza de Ryan y un lanzamiento al travesaño de Lalo. La segunda mitad transcurrió con los mismos síntomas. Poco fútbol y pocas ocasiones. Así es muy difícil ganar un partido. Y lo peor, antes del minuto cuarenta el Betis se adelantaba en el marcador en un rápido contragolpe donde Novoa salió en falso y se quedó a media salida, aprovechando el delantero verdiblanco para elevar el balón sobre él y adelantarse en el marcador. Como ya sucedió con el Jerez el equipo sacó las fuerzas y las ganas necesarias para salvar al menos un punto. Un punto que pudieron ser tres, y es que Lalo en el último segundo del descuento remató con dureza a portería, realizando una parada antológica el guardameta rival.
Está claro que el equipo necesita un revulsivo si quiere levantar una situación realmente complicada. No es posible que con el apoyo social que tiene estemos donde estamos, cuando hay equipos que con 200 aficionados se dan con un canto en los dientes. Recordar por cierto que a pesar de la malísima situación en la que nos encontramos, la jornada anterior a esta, frente al Marbella fueron más los aficionados esteponeros que los marbellís en el campo. Algo insólito.
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