Los números dicen que la segunda vuelta del equipo está siendo espectacular. Simplemente hay que echar un vistazo a la clasificación de esta segunda ronda para darse cuenta de lo que hablamos. El equipo ocupa la quinta plaza, a tan solo un lugar de los puestos de promoción, o lo que es lo mismo, a tan solo un punto, que es el que nos lleva de ventaja el filial bético. Nadie podía imaginar que el equipo iba a cambiar de esta forma su trayectoria. Y sobre todo gracias a que la suerte nos está acompañando, lo que no sucedió en la primera vuelta. Ahora marcamos las pocas ocasiones que tenemos, lo que acompañamos de una buena defensa, hechos que nos han llevado a ser el equipo sólido que prácticamente ha conseguido la salvación virtual, pero no matemática. Es una pena que a pesar de este gran rendimiento aun estemos metidos en la pomada del descenso, y todo motivado por la mala primera vuelta y también, porque no decirlo por la igualdad del grupo, donde los de abajo no se rinden y no dan su brazo a torcer y son capaces de ganar a cualquiera de los de arriba, y si no que le pregunten al Granada lo que ha sufrido para derrotar al teórico flojo Moratalla. Ahora toca ganar si o si al Marbella, y alejar definivamente los fantasmas del descenso. El domingo es el último partido de la temporada en casa, y hay que estar con el equipo para despedirlo como se merece, porque el objetivo de esta primera temporada en Segunda División B no podía ser otro que la salvación, y estamos a punto de lograrla.
En lo que se refiere a la clasificación general estamos a tan solo cuatro puntos del sexto clasificado. Ojo, que de conseguir las dos victorias en los dos partidos que nos restan podríamos soñar con ocupar uno de los puestos que dan derecho a participar en la próxima edición de la copa del Rey, un premio realmente interesante para nuestra primera temporada. Pero eso si, no debemos olvidar que lo primero es lo primero, y esto no es otra cosa que la salvación, aunque claro, soñar es gratis y viendo lo que nos queda por delante tenemos derecho a soñar.
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