TRES PUNTOS Y NADA MÁS
Partido insulso el disputado hoy en el Muñoz Pérez entre el Estepona y el Águilas, el cual con la derrota de hoy confirma matemáticamente su descenso de categoría, y veremos a ver si no llega a la desaparición. El equipo murciano ha llegado a jugar después de un viaje de cinco horas, con el madrúgón incluido. Esto sin dudas merma las cualidades físicas de cualquiera, aunque voluntad no les ha faltado. Por su parte el equipo rojillo ha tenido una actuación muy pobre. Falta de ritmo y de continuidad en el juego que ha provocado incluso algunos silbidos en el transcurrir del encuentro. La primera mitad ha terminado con el resultado de cero a cero, y lo pero de todo es que prácticamente no se han creado ocasiones importantes, sin registrarse ni un disparo entre los tres palos. por contra, los murcianos han tenido una, quizás la única del partido.
Pero parecía que todo era cuestión de tiempo, como así ha sido. En una jugada a balón parado ha llegado el primer gol local, obra de Ryan, quien se ha aprovechado de un barullo en el area para hacer el 1-0. A partir de aquí han llegado las mejores ocasiones locales, siendo Moncho el autor del segundo gol del encuentro en uno contra uno frente al portero rival. Todo indicaba que podrían llegar más goles, pero los últimos veinte minutos del partido se han convertido en un verdadero mal trago para el espectador por la poca vistosidad del juego. Era como si se hubiera firmado un pacto de no agresión hacia un equipo maltrecho como el Águilas que atraviesa por una situación extremadamente crítica. Hoy han llegado a disputar el partido con tan solo dos jugadores en el banquillo e incluso sin médico o fisio. Una situación realmente angustiosa la suya.
Lo cierto es que este último tramo del partido ha estado de más ya que la actitud esteponera ha sido conservadora y falta de ambición.
Este era el banquillo del ÁguilasTres puntos muy importantes que hacen que la semana crucial del equipo comience de la mejor manera posible, y es que si se completa con tres victorias podríamos empezar a hablar de la consecución de la tan ansiada salvación.
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