Otra derrota en casa y las sensaciones que transmite el equipo no son nada positivas. Ahora podremos apelar a que hemos creado ocasiones (más que en otros partidos seguro), pero eso no oculta la realidad. Una realidad que nos dice que un equipo que estaba diseñado para estar en los puestos altos de la tabla se encuentra a estas alturas de la temporada hundido. Y es que semana tras semana vemos lo mismo. El equipo juega tal y como lo hacía en tercera división. Algo falla. Se supone que habíamos fichado para subir el nivel, para tener un equipo adecuado a la categoría en la que después de muchos años íbamos a disfrutar en nuestra localidad. Pero las cosas parece que se han torcido. El equipo carece de juego en el centro del campo. Los pelotazos son excesivos. El balón no circula por el centro del campo. Parece que los centrocampistas están simplemente para destruir juego y no crear. Y para colmo, jugadores como Jesule, un hombre de los más experimentados de la plantilla, con experiencia incluso en primera división, es el primero que recurre al pelotazo, no tiene el tacto de levantar la cabeza y buscar a un compañero cercano. Quizás los jugadores fichados no rinden porque no están preparados para este tipo de fútbol. Hombre como Memo o Lalo parece que no están hechos para el estilo Procopio. Si el mister pensaba seguir con el mismo estilo de juego al menos que hubiera fichado hombre para jugar así, pero no fichen jugadores en teoría de toque para que luego no se den tres pases seguidos. Esta pasada semana hemos podido ver por televisión equipos como el Alcorcón, el Marbella o nuestro verdugo en copa, la Leonesa. Equipos de nuestro nivel pero que los ves y parece que juegan a otra cosa. Ahora se dirá que los equipos de primera dejan jugar más, vale, pero aunque te dejen tú tienes que querer jugar, porque si no de nada sirve que te dejen. ¡Qué envidia daba el verlos jugar, lo hayan hecho mejor o peor! Parece que tenemos que resignarnos a lo que nos ha tocado que no es otra cosa que sufrir, tanto por nuestra situación en la tabla como por el juego desplegado. A cualquiera que se le diga que tenemos a jugadores de primer nivel y que estamos como estamos se echa las manos a la cabeza. Jugadores como Catanha, Velázquez, Bezares, Iván Casquero, Jesule, Lalo,.... hombres que han militado en categorías superiores pero que no saben a que juegan. Y no nos quedemos ahí, porque también hay que hablar de hombres como Barrio, Román y Oscar Tena, que ya demostraron su valía la pasada campaña. Otros como Memo venían como verdaderas estrellas pero parece que las luces se le han fundido al llegar a Estepona. Ya son muchas las miradas que se dirigen al mister Raul Procopio. Y es que el juego que el equipo hace es según todos achacable a su persona. La realidad es que sus decisiones son realmente extrañas en más de una ocasión. Ha confeccionado un equipo en el que solo cuenta con tres delanteros. Osea que si se lesiona uno, o sancionan a otro estamos más que justos. En algunos partidos incluso prescinde de ellos, como en el caso del Sevilla B, partido en el que dejó al equipo sin puntas e introdujo hombres de centro del campo y defensa. Así le tocó al pobre de Nico de jugar de punta. Ya en su etapa efímera en el Cádiz, el año del descenso, fue destituido después de cosechar cuatro derrotas, dos victorias y un empate, y dejar al equipo a un punto del descenso. Decisiones suyas fueron una que quizás deje muy claro cual es su estilo de fútbol. No contó con Parri, ex del Albacete y que fue considerado uno de los mejores media-puntas la campaña anterior. Tampoco contaba mucho con Gustavo López. Hombres creativos y más dados al toque que al correr o el voleón. La planificación hasta la fecha da la impresión de haber sido muy mala, ojalá me equivoque. Esperemos sacar algo en Lucena para que los ánimos se calmen y empecemos a levantar el vuelo, aunque luego recibimos al siempre peligroso Ceuta. Lo cierto es que se te queda cara de tonto al ver que en casa, que debería ser un verdadero fortín, no se consigue sumar de tres en tres. Y el Écija, hay que decir, que pese a estar en los puestos de privilegio no han demostrado ser superiores a los esteponeros. Incluso me atrevería a decir que son de los más asequibles que han pasado por el Muñoz Pérez.
Esperemos que la suerte nos acompañe, y que el juego empiece a mejorar.
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