Hoy queremos hacer mención a otro equipo de Segunda B. Es cierto que no tenemos nada que ver con él, pero viendo su ficha podemos ver que podría ser nuestro espejo. Simplemente es una noticia curiosa de un equipo que ha hecho historia.
Lo que ocurrió ayer en el modesto estadio de Santo Domingo, en Alcorcón, queda para la historia del fútbol. Épico es poco. La Agrupación Deportiva Alcorcón, un equipo de Segunda B del que hasta ayer poco o nada se sabía, aniquiló con cuatro goles (tres al final de la primera parte) al Real Madrid de la segunda época galáctica de Florentino Pérez y no dejó que colasen en su puerta ni un tanto. Todo esto cuando sólo han pasado ocho semanas desde la pre-temporada en la que el equipo blanco desembolsó 254 millones de euros en fichajes y compuso el puzzle de estrellas de su once.
Esto ya lo sabe medio mundo. Pero, ¿quién demonios es el Alcorcón? ¿Quiénes son esos esforzados y desvergonzados jugadores que tutean al equipo más caro (que no el mejor) de Europa?
La Agrupación Deportiva Alcorcón nació en 1971, cuenta con un presupuesto de un millón de euros, y aunque es generoso para un Segunda B es 400 veces inferior al Real Madrid. El once de esta localidad al sur de Madrid no está acostumbrado a ocupar páginas de la prensa deportiva y habitualmente cuenta las crónicas de sus partidos en un modesto foro de Internet bajo el lema de “Los deportistas del barrio”. Es definitiva eso, un equipo de barrio.
Unos 800 socios levantan los ánimos del equipo cada semana y desde su fundación hasta los años 90 peleó en categorías como la Regional Preferente. Su principal patrocinador es Soncar, la empresa del propio presidente del club y que aporta, más por afición, que por rentabilidad unos 300.000 euros al año, nada que ver con los millones de euros que Bwin reparte a los del Bernabeu.
Raúl, jugador del Alcorcón, a diferencia de su tocayo en el conjunto merengue, al terminar los entrenamientos en vez de disfrutar del jacuzzi de los vestuarios del estadio madridista, recoge sus prendas sudadas en un burujón, las mete en su bolso de deporte, y se marcha a un pequeño taller, a enfundarse el mono azul, donde se dedica como tornero. Al menos cinco jugadores del Alcorcón compaginan su carrera deportiva con la universitaria. Y algunos, los más privilegiados del conjunto del Santo Domingo, cobran un sueldo con el que dicen “llegan a final de mes”. Borja Pérez, delantero del Alcorcón, es el jugador que más cobra: un sueldo de 36.000 euros brutos anuales.
El conjunto de Alcorcón juega en el estadio de Santo Domingo, una miniatura de 3.000 localidades, en las que para la ocasión del encuentro de Copa se instalaron 1.000 más, desbordados por el interés del partido. Días antes, Brayan Mauzez, el encargado del campo (aunque en realidad es un joven magrebí que pasa el corta-césped), dedicó unas cuatro horas cepillando la hierba para que estuviese como nunca. Al final, le estropearon el trabajo al pobre Brayan: hubo al final del partido invasión del campo y locura colectiva. Justificada.
Esto ya lo sabe medio mundo. Pero, ¿quién demonios es el Alcorcón? ¿Quiénes son esos esforzados y desvergonzados jugadores que tutean al equipo más caro (que no el mejor) de Europa?
La Agrupación Deportiva Alcorcón nació en 1971, cuenta con un presupuesto de un millón de euros, y aunque es generoso para un Segunda B es 400 veces inferior al Real Madrid. El once de esta localidad al sur de Madrid no está acostumbrado a ocupar páginas de la prensa deportiva y habitualmente cuenta las crónicas de sus partidos en un modesto foro de Internet bajo el lema de “Los deportistas del barrio”. Es definitiva eso, un equipo de barrio.
Unos 800 socios levantan los ánimos del equipo cada semana y desde su fundación hasta los años 90 peleó en categorías como la Regional Preferente. Su principal patrocinador es Soncar, la empresa del propio presidente del club y que aporta, más por afición, que por rentabilidad unos 300.000 euros al año, nada que ver con los millones de euros que Bwin reparte a los del Bernabeu.
Raúl, jugador del Alcorcón, a diferencia de su tocayo en el conjunto merengue, al terminar los entrenamientos en vez de disfrutar del jacuzzi de los vestuarios del estadio madridista, recoge sus prendas sudadas en un burujón, las mete en su bolso de deporte, y se marcha a un pequeño taller, a enfundarse el mono azul, donde se dedica como tornero. Al menos cinco jugadores del Alcorcón compaginan su carrera deportiva con la universitaria. Y algunos, los más privilegiados del conjunto del Santo Domingo, cobran un sueldo con el que dicen “llegan a final de mes”. Borja Pérez, delantero del Alcorcón, es el jugador que más cobra: un sueldo de 36.000 euros brutos anuales.
El conjunto de Alcorcón juega en el estadio de Santo Domingo, una miniatura de 3.000 localidades, en las que para la ocasión del encuentro de Copa se instalaron 1.000 más, desbordados por el interés del partido. Días antes, Brayan Mauzez, el encargado del campo (aunque en realidad es un joven magrebí que pasa el corta-césped), dedicó unas cuatro horas cepillando la hierba para que estuviese como nunca. Al final, le estropearon el trabajo al pobre Brayan: hubo al final del partido invasión del campo y locura colectiva. Justificada.
0 LEER MÁS.:
Publicar un comentario