El Estepona cae eliminado tras ser goleado por un rival muy superior (4-0)
El conjunto que dirige Procopio estuvo a merced de los locales durante todo el encuentro
Nada tuvo que ver el Unión Estepona de ayer con la imagen dada en el primer partido del curso liguero. Los de Procopio se subieron al autobús sin enterarse de que anoche jugaban un duelo decisivo en León.
Desde el primer minuto la Cultural Leonesa dejó claro que se tomaba el partido muy en serio poniendo en liza Josu Uribe a sus mejores once jugadores disponibles. El conjunto local llegaba a campo contrario con facilidad, pero era, sin embargo, en las inmediaciones del área donde la falta de precisión hacía naufragar las intentonas leonesas. Raúl Procopio dispuso un sistema basado en el orden y los balones largos en busca de Catanha y el escocés Ryan, tratando de favorecer la velocidad en las segundas jugadas y los rechaces de Antonio Román. El discurrir del juego no parecía ser lo que el míster había dibujado en la pizarra. El Unión Estepona se mostraba demasiado lento y sin ideas arriba, mientras que en la línea defensiva cada vez aparecían más lagunas.
El equipo leonés puso en serios apuros la meta del cancerbero malagueño, René, a través de Jito, Abel Segovia y Chema, éste en sendas ocasiones y con gol en fuera de juego incluido. Tan a menudo y con tanta contundencia iba el cántaro a la fuente que al final se rompió, y así, en las postrimerías del primer tiempo, el artillero Jito, rompió la cintura de Curro y las redes defendidas por René. .
La segunda parte comenzó con el paisaje cambiado. Eran los de Procopio quienes apretaban sin obtener fruto mientras que la Cultural retrasó sus líneas. Era Lalo quién más animaba el ataque andaluz con sus internadas por la izquierda. Pero todo fue un espejismo, una situación momentánea, tan sólo destellos hasta que llegó el segundo mazazo. En un saque directo de córner, un golpeo magistral de Yahvé engañó a René y convirtió un gol olímpico que sentenció el encuentro. A partir de ahí el dominio leonés fue aún mayor. La Cultural se recreaba en la suerte convirtiendo el duelo en un entrenamiento con escaso público.
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